Por Efraín Rodríguez
El estilo directo, el ataque, es un rasgo distintivo, inevitable en la música de Marilina Bertoldi. El método, la forma de construir, de pensar sus canciones, juega en la indagación, el cuestionamiento, la disección, la exposición franca y el golpe certero, que habilita la expiación de miedos, culpas y angustias que invaden razón y corazón.
La apuesta, fuerte y riesgosa, de imprimir ambigüedad desde el título, exhibe la decisión y carácter de Marilina Bertoldi, que es consciente de la enorme expectativa que despierta el disco, siendo “Mojigata” el sucesor del multi premiado “Prender un Fuego”.
La ambigüedad, naturalmente sujeta a una libe interpretación, radica en saber si la referencia es de carácter personal, es difícil suponer que Marilina Bertoldi se vea a sí misma en esa posición, si alude a una tercera persona, o si se trata de una crítica social. En cualquier caso, lo verdaderamente importante, es la forma en que esa idea conceptual. es traducida a música.
La alquimia, la mistura de rock, aires pop y delicados arreglos, donde priman los juegos armónicos y vocales, marca la sustancia de la cual se nutre “Mojigata”. Las piezas, en su mayoría compuestas en tiempos de restricción pandémica, respiran urgencia.
El juego abierto, la fuerte carga, el enjambre de sentimientos que habitan sus canciones, despliegan un imaginario intenso, pleno de sensaciones. La fantasía pesa en “El Amuleto”, el deseo en “Cosa Mía”, la furia en “Pucho”, la nostalgia en “Vivo Pensando en Ayer” y la pasión en “Claro Ma”.
La honestidad, el ser fiel a si misma, sin caer en la tentación de repetir fórmulas de éxito fácil, es el principal mérito Marilina Bertoldi, que consiguió en “Mojigata” un disco sólido, fresco y original.
“Mojigata” (álbum completo)
“Amuleto” (video oficial)
“Es Poderoso” (video oficial)
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