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Raime Viaja al Pasado

Foto del escritor: La Señal MusicaLa Señal Musica

Por Cristian Venter


Moin - Moot!

Sello: AD93

Estilo: Alternativo / Electrónico / Experimental / Post-punk


Después de los impactantes lanzamientos de Biosphere, Venus Ex Machina, Amandra, James K, Anunaku, Maxwell Sterling y Vivian Koch, el sello AD 93 continúa su camino de exploración experimental con el álbum de debut de Moin.


Joe Andrews y Tom Halstead, de Raime, acompañados de la gran percusionista Valentina Magaletti, abandonan su acostumbrada electrónica por sonidos contundentes y guitarreros influenciados por bandas como Slint, Shellac y Unwound.

Moin según sus miembros "está libre de cualquier inhibición del pasado o de los parámetros creados por uno mismo para explorar un territorio inexplorado".


Compuesto por ocho tracks, 'Moot!' atraviesa la psicodelia, el rock alternativo y el post-punk mezclados con su sello electrónico y la técnica del sampleo. "El disco se hizo como un experimento en realidad, se sentía como el momento adecuado para jugar en los márgenes de este tipo de música. La prioridad era ser directo al principio y luego cambiar los bordes quizás. Hacer algo para experimentar más que algo como espectáculo".


Con sus riffs fuertes y sus guitarras irregulares, el disco Moot!, en gran parte instrumental, evoca brillantemente una época en la que sellos como Dischord y Touch & Go estaban en la vanguardia del indie-rock.


Es una dirección que Andrews y Halstead han insinuado antes, tanto con sus salidas iniciales de Moin en Blackest Ever Black (que se publicaron con poca publicidad en 2012 y 2013) como en el disco “Tooth”, de 2016, por Raime. Ese LP infundía la habitual sonoridad de gama baja del grupo con elementos del enérgico Steve Albini (Shellac), pero Moot! inclina la balanza fuertemente hacia este último.


Aunque no han abandonado del todo la electrónica, la guitarra está ahora claramente en primer plano, al igual que la percusión de Magaletti, que da al álbum una sensación extraordinariamente orgánica.


Guiados por un conocimiento estudioso y una intuición bien afinada, juegan con su ingenio más que nunca, tambaleándose desde el mantra del doom rock "No to Gods, No to Sunsets", pasando por el ataque de las guitarras y la bata en "Crappy Dreams Count", hasta el paso de cableado excepcional "Lungs", con una precisión milimétrica y una convicción inigualable.





Para cualquiera que haya escuchado a Raime en concierto durante los últimos años, los estruendosos ritmos de Moot! le resultarán probablemente familiares. Magaletti, que también proporcionó sonidos de batería para los dos LPs de Raime, ha formado parte de la alineación de giras del grupo desde hace varios años, y las técnicas de grabación en vivo ocuparon un lugar destacado en la creación del nuevo álbum. “Moot!” es un esfuerzo improvisado y desnudo, pero la falta general de pulido no disminuye el poder del álbum.


Canciones como "I Can't Help but Melt" y el cierre del LP "It's Never Goodbye" -este último podría ser un tema perdido del álbum “Spiderland” de Slint- desaceleran las cosas, abrazando lo sucio mientras espolvorean un poco de psicodelia en la mezcla, pero la intensidad de Moin nunca decae.


Hace treinta años, el indie rock estaba plagado de discos que sonaban como Moot! y los grupos de aquella época inspiraron sucesivas oleadas de seguidores. Pero hoy en día, un álbum como éste, procedente de un contexto como el de Moin, parece revolucionario.


La mayoría de los compañeros de la banda dejaron sus guitarras hace mucho tiempo, y el sello AD 93 no es conocido como un centro de experimentos post-punk, pero nada de eso importa una vez que los acordes nerviosos y con distorsión del comienzo del LP "No to Gods, No to Sunsets" entran en acción. Moot! está impregnado del pasado, pero su atractivo no se limita a su factor nostálgico. En una época en la que el panorama de la música electrónica se ha visto inundado de herramientas de DJ de precisión, episodios de abstracción narcótica y absurdos intentos de cruce con el pop, Moin ha tomado un camino diferente: ir de frente, poner en marcha sus amplificadores y saludar a los oyentes con una rápida patada en el corazón. Es una sacudida, pero también un estimulante recordatorio de lo poderosa que puede ser la música en vivo -y el post-punk en vivo en particular-, incluso en 2021.


Hay un flujo constante de manipulación en el estudio, que es lo suficientemente sutil como para no quitar la sensación de directo del disco, pero lo suficiente como para que se sienta rejuvenecido y particularmente vigoroso. Se sitúa entre tópicos familiares de una manera que invoca la nostalgia y la reinvención al mismo tiempo.


Como dice el título, Moot! es un registro sobre la incertidumbre del momento presente, expresada con directa inmediatez, a veces violenta, cuyo sonido nos es conocido, nos hace sentir como en casa, con esa tensión que “asfalta” todo, incluyéndonos.


¡En Moot! no se discute, se descubre y se aprecia con la escucha repetida.



Escucha Crappy Dreams Count https://youtu.be/Jo0uPfG9WZg


Escucha Right is Alright, Wrong is to Belong https://youtu.be/9qyhjlM3wmw


Escucha I Can't Help but Melt https://youtu.be/JT6PgZAycvg



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