por Leonel Campazzo.
La sociedad argentina, ante el menor signo de bonanza económica, tiende a ser superficial. La ilusoria asociación del peso al dólar, un bello espejismo que ilustró la década del noventa, generó una estampida de vaguedad y superficialidad inédita en el paÃs.
La respuesta desde el rock al signo de los tiempos, fue una asociación libre que albergaba la crudeza del género y su amalgama con la raÃz autóctona, es decir un combate abierto al estado de las cosas, que no por casualidad se tituló "La Era de la Boludez". Si bien es difÃcil medir las intenciones que surgieron en el perÃodo de gestación, es evidente que el planteo buscaba generar una suerte de cable a tierra en medio de tanta euforia.
Divididos inició la grabación apremiado y condicionado, por un lado, a pesar de ser una banda consagrada, las cifras de ventas de sus discos estaban por debajo de las expectativas de su compañÃa discográfica, por el otro, su productor artÃstico, Gustavo Santaolalla, exigÃa para iniciar el trabajo un mÃnimo de cuarenta canciones, que la banda no disponÃa.
Ricardo Mollo se vio obligado a revisar maquetas y canciones sin terminar, para ser evaluadas por el ojo clÃnico de Santaolalla.
Si una de ellas era elegida, debÃan agregarle una letra y darle forma final. Una buena muestra de las piezas recuperadas es "Paisano de Hurlingham", que es una enumeración, a través de la memoria emotiva, de lo que se puede ver en su lugar en el mundo.
La incorporación de la música de raÃz folclórica, adaptada a los modos, formas y sonido de la banda, es un paso más en la idea poner los pies en la tierra. El ejemplo perfecto del ejercicio, que en el tiempo se volverÃa un hábito, es la bellÃsima "Ortega y Gases". La versión de "El Arriero", la inmortal pieza del gran Atahualpa Yupanqui, gana espÃritu y lenguaje de blues, mientras "Dame un Limón" y "Huelga de Amores" se pasean por diferentes vertientes.
La lÃnea crÃtica, aparece hasta en el corte de difusión, ya que la existencialista ¿Que Ves?, un reggae con músculo rock, es lo más cercano a un hit que tiene el disco. Las búsquedas, desprejuiciadas y abiertas, persistieron inclusive en registros inesperados, como "Pestaña de Camello", una pieza instrumental de aire hindú. "Salà a Asustar" y "Salà a Comprar", si se acercan a las fórmulas visitadas anteriormente por la banda, con bases funk y guitarras cargadas de drive.
El disco, arriesgado desde lo artÃstico y comprometido desde lo social, a pesar de contar con un pronóstico reservado, fue un éxito y marcó un antes y después en la historia de Divididos. A treinta años de su edición original "La Era de la Boludez" es un clásico, un inevitable del rock nacional.
"La Era de la Boludez" (álbum completo)
La Señal Música (spotify)