por Leonel Campazzo
El dolor, la desolación del sueño perdido, el anatema de una generación que vivió a ilusión de un cambio, se respira en fresco social que Neil Young, con aguda percepción, describe en "Harvest".
La poesía, cruda y desgarradora, que habla de la soledad, de las drogas, del aislamiento y persigue el idealismo militante del pasado, se desgrana en turnos, a través de melodías dulces y melancólicas bajo un manto acústico o en la intensidad de espasmos energéticos, en la urgencia eléctrica del rock & roll.
El desafío de Neil Young, era establecer un equilibrio de fuerzas, una síntesis estilística entre folk y rock, que en un punto intentó en Buffalo Springfield y en su encuentro con Crosby, Stills & Nash, pero que aquí adquiere, gracias a las necesidades de las distintas piezas, una dimensión diferente.
La inspirada colección de canciones, sustanciales en su totalidad, describen desbordadas de emoción, las injusticias de su tiempo, injusticias que indefectiblemente persisten hoy. La entonación ahogada en furia y dolor, denuncian el puritanismo, la homofobia, el racismo, el fundamentalismo religioso y el anti belicismo, contradiciendo la construcción social impuesta desde el estado.
La increíble belleza de “Out On the Weekend”, “Harvest”, “Alabama” y “Heart of Gold” las torna imprescindibles, son piezas clásicas a los que hay que volver una y otra vez. A cincuenta años de su edición original, el legado artístico de “Harvest” crece día a día.
Harvest (álbum completo)
La Señal Música (spotify)
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