Por Leonel Campazzo
La idea de David Lebón, de revisitar y poner en valor, desde la perspectiva disruptiva que impone el tiempo, viejas páginas que persisten en el inconsciente colectivo, insufló un nuevo modelo comercial que es en partes iguales, atractivo y riesgoso.
La intención de poblar hasta el infinito el cancionero popular, una tentación en la que la profusa fertilidad de Andrés Calamaro ha caído en más de una ocasión, sin asumir restricciones de carácter artístico y una saludable auto censura, puede redundar en un daño estéril e innecesario.
El equilibrio, ese buen amigo al que el Salmon siempre ha evitado, esta vez consiguió ganar la batalla. La vieja fórmula, hábilmente actualizada, de disco de canciones a dúo, permite hacer justicia en la visita a un cuerpo de obra rico y consistente.
El piano es la voz guía de una instrumentación simple y despojada, con un claro predominio de la sonoridad acústica. La elección de unificar el criterio de sonido, juega a favor a la hora de ensamblar el variado grupo de invitados, que trasciende las barreras genéricas y geográficas que ha visitado Andrés Calamaro.
La versión de “Tuyo Siempre” acompañado de Vicentico, la de “Para No Olvidar” junto a Manolo García y Vicente Amigo, más “Algún Lugar Encontrare” con Carlos Vives y “Pasemos a Otro Tema” con de Julieta Venegas, se destacan entre las quince composiciones en las que participaron diecinueve invitados.
La mención especial se las llevan “Engánchate Conmigo” lado a lado con Juanes y Niño Josele, “Gaviotas” en compañía Saúl Hernández y “Un Hotel de Mil Estrellas” con la participación de Milton Nascimento.
Es posible que “Dios los Cría” no encuentre un lugar de privilegio en la discografía de Andrés Calamaro, pero aun así, vale el repaso de un disco tan simple y encantador.
Este link conduce a la reproducción del video oficial del tema “Para No Olvidar”
Este link conduce al canal oficial del artista, en donde se puede reproducir de forma gratuita, el disco completo
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