top of page

El Flautista de Hamelín

Foto del escritor: La Señal MusicaLa Señal Musica

por Cristian Venter


Leif - 9 Airs

Sello: AD 93

Género: Electronica / Ambient / Downtempo


El productor británico de música electrónica, Leif Knowles ,crea una música frondosa y sentimental que va desde el house oscuro y tranquilo de su debut de 2013, “Dinas Oleu”, hasta el ambiente tibio y relajante de 2019, “Loom Dream”.


Nació en Barmouth, Gales, y fue educado por un padre músico que tocaba el arpa celta y la guitarra (que enseñó a su hijo). Leif creció con pasión por la música, tocando en bandas de guitarra en el colegio.


La música de Leif tiene un toque claramente espiritual: un aire de césped cubierto de rocío, claros verdes y niebla que se desprende de las montañas. Aunque en su mayoría están creados con sintetizadores, los discos de Leif están embebidos con los sonidos de la lluvia, el trino de los aves y las melodías del viento.


Incluso algunos de sus elementos sintetizados sugieren fenómenos naturales: el ruido blanco ululante se mueve como los juncos con mucho azar direccional; los tonos de los graves cortan el aire con la misma fuerza e improvisación que los truenos.





Incluso en los años en los que se concentraba sobre todo en la pista de baile, la música de Leif proyectaba una amplia red, donde la canción que da título a su álbum debut (“Dinas Oleu”) en 2013, la sampleó sobre una composición de arpa de su padre de décadas atrás, en un pintoresco lugar de interés en Snowdonia.


Su álbum de 2019, “Loom Dream”, se adentra en los ritmos más lentos que recompensan la escucha horizontal y solitaria. “9 Airs” continúa en la línea de esos dos álbumes, aunque parece menos cohesionado. No hay temas visibles que lo mantengan conectado, y recorre una paleta estética más extensa, desde la sofisticada IDM hasta los drones angelicales.


Apacible, pero pocas veces sin ritmo, ocupa una especie de espacio intermedio: ni música de baile, exactamente, ni ambiente clásico. En cierto modo, parece una colección de partes desconectadas, aunque eso también forma parte de su atractivo idiosincrático. Es un disco reposado, sin estridencias, con una sensación de inquietud y exploración: música relajante, pero con un énfasis en el afuera y el más allá.


Las composiciones acústicas son el eje central de “9 Airs”, por lo menos en sus canciones más importantes. "Seven Hour Flight to Nowhere" abre el disco con timbres oscilantes y el zumbido penetrante de los punteos del arpa de fondo. Las resplandecientes texturas de las cuerdas evocan el uso frecuente de este instrumento por parte de “Four Tet”, pero los ritmos de Leif son más suaves y arriesgados.


El teclado toma la batuta en "Hiding in Plain Sight", una aproximación al Tecno del Reino Unido, con todos los componentes de los instrumentos cambiados por plumas y hojas de hierba.


"Low D" arranca con un vaporoso remolino de silbidos tocados con un “LOW WHISTLE” (otro instrumento del repertorio de su padre) antes de transformarse en un ritmo espiralado, inspirado en el breakbeat, con una extraña fusión de folk medieval y drum'n'bass. Parece una lejana evocación de el cuento de El flautista de Hamelín, donde las ratas ahora las podemos intercambiar por políticos ineptos y llevados por el sonido a su debida caída ficcional.


Esas canciones constituyen las cumbres rítmicas de “9 Airs”. En el otro extremo se encuentran algunas de las piezas más cautivadoras del disco. Un lúgubre racimo de voces, "Hold Gem Cut" invoca un poder casi oculto, como si el viento compartiera sus secretos sin pronunciar palabra.


"Wake Up Now" es un ejercicio de piano en forma de canción de cuna, en el que el crujido espectral de la silla es claramente perceptible por debajo de las capas superpuestas cada vez más deformadas. No se trata simplemente de un ambiente anodino, sino de la expresión de algo más sombrío y complejo.





El resto de las canciones se sitúan en un punto de equilibrio entre estos dos polos. "Every Weather" interrumpe con uno de los loops más suaves del álbum con una conmovedora descarga de batería, como si se tratara de flashes en la pista de baile.


Los tonos de órgano de "Emotional Risk Assessment" son delicadamente melódicos, pero también curiosamente sin dirección; el tema dura seis minutos, pero podría durar fácilmente 60 sin sentirse muy diferente.


El álbum se cierra con "Tapping on a Hollow Body", que es precisamente eso: un ritmo bajo que suena como si hubiera sido golpeado en el cuerpo de una guitarra acústica, mientras los acordes rasgueados se derriten en una cascada de reverberación a su alrededor.

Leif termina la canción de la forma más discreta posible: Hay un rechinar de las puntas de los dedos sobre las cuerdas de acero enrolladas, mientras la reverberación retrocede; luego un motor de automóvil se acelera, oímos lo que podrían ser neumáticos sobre la tierra, y todo se diluye en el silencio.


Incluso cuando desaparece, Leif sobresale al dotar a su música de una sensación de pertenencia universal y natural.




Escucha el “Vuelo de Siete Horas a Ninguna Parte” https://leifsounds.bandcamp.com/track/seven-hour-flight-to-nowhere




Escucha “El flautista de Hamelín” https://leifsounds.bandcamp.com/track/low-d


31 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

No Soy tu Lugar

Comments


Seguinos en:

  • White Facebook Icon
  • White Instagram Icon
bottom of page