por Carlos Hidalgo
El deseo de Robert Fripp de darle nueva vida a King Crimson, luego de siete años de silencio y tras haberse embarcado en una serie de proyectos de diversa orientación, representaba un gran desafío. La experiencia vivida en el interruptus, anclaba en búsquedas y necesidades expresivas diferentes, que las visitadas anteriormente por la banda.
El silencio, infinito e inabarcable, es en la idea de Robert Fripp el principio y el fin, es la unidad, la materia de edificación de su arte. La intención de atrapar, capturar parte de su esencia, requiere un inmenso esfuerzo, un orden que configure las energías y las sitúe en la dirección especifica, una conducta sujeta a disciplina.
La idea de disciplina, suele estar atada, vinculada a distintas interpretaciones, siendo la asociación a modos y formas rígidas, la que habita en el inconsciente colectivo. La experiencia vivida en ese último tiempo por Robert Fripp, unida a esquemas de trabajo abierto y a búsquedas que se alejaban del núcleo de edificación de su música, imponían en su intención de re crear un trabajo en grupo, que se establezcan nuevas condiciones y vínculos para albergar y unir las ideas de los músicos.
La música de King Crimson necesitaba un nuevo orden, una reformulación que amplíe su paleta expresiva, sin desligarse de su base conceptual inicial y es en esa puja, en esa tensión de fuerzas contrarias, donde el eje de disciplina, en su cualidad de ordenador, se vuelve imprescindible.
La nueva vida de la banda, exigía un desafío adicional, el de encontrar a los músicos adecuados para iniciar una experiencia inédita, un capitulo en su historia cuyo resultado final, a la hora de dar comienzo a las acciones, era incierto. El dato curioso es que el cuarteto completado por Adrian Belew en voz y guitarra, Tony Levin en bajo y Stick y Bill Bruford en batería, terminaría siendo la formación más estable y duradera de King Crimson.
“Disipline” es una colección única de música, que conjuga en si una variedad de géneros y estilos, todos sopesado, sazonados bajo el filtro creativo de la banda. La misteriosa y bellísima “Matte Kudasai” es una balada imbuida en cierto acento, aliento oriental, “Indisipline” es un tema heavy rock, “The Shelterin Sky” es una inspirada pieza de exploración sonora, “Thela Hun Ginjeet” es una funk deforme y paranoico, mientras que “Frame By Frame” es una canción que sintetiza, conjuga en sí, el nuevo lenguaje musical de King Crimson.
El mágico, increíble entendimiento y complementación, que sostiene la disciplina de Fripp y la indisciplina de Belew, apoyados por ese brujo del bajo que es Levin y por Bruford, uno de los mas dúctiles baterista de la historia del rock, dio como resultado una formula imbatible, una inagotable usina creativa, que dio nueva vida a una de las bandas imprescindibles del siglo XX.
A cuarenta años de su edición original, “Discipline” sigue sonando tan original e imaginativo como el primer día, algo propio de un disco que le abrió la puerta a un nuevo tipo de música.
Este link conduce al canal oficial del artista, donde se puede reproducir de forma gratuita, el álbum completo.
La Señal Música (Web): https://musicalasenial.wixsite.com/lasenalmusica
Комментарии