por Leonel Campazzo
La crisis, su análisis y exteriorización, es el alimento imprescindible, el punto de combustión de una obra de arte. La purga a las crisis, en el caso de Paul McCartney, deriva en un nuevo disco bajo su propio nombre. La salida de los Beatles, en mil novecientos setenta, fue el eje motivador de su primer opus, McCartney. El fin de ciclo de Wings, en mil novecientos ochenta, imprimió el descubrimiento de nuevas formas, bajo el rotulo de McCartney II. La pandemia, entendida como crisis en el plano personal, siempre a inicio de una nueva década, desembocó en el sorpresivo McCartney III.
La ruptura, en términos formales y específicos, en los dos primeros títulos de la serie, emergía en la idea de tomar distancia de su presente inmediato. El duelo Beatles, recluyó a Sir Paul y su familia en una vieja granja de Yorkshire, un cable a tierra que lo indujo a adoptar formas simples, ahogadas en melancolía y embebidas en perfume silvestre. El fin de Wings, en contraposición a la idea de un retiro espiritual, fue en sintonía de dar su propia interpretación de la new wave, en explorar sonidos y territorios nuevos, en el abanico cromático que ofrecían los nuevos instrumentos.
"McCartney III" es un viaje abierto, que no se detiene es una estación en particular, visita distintas etapas de su carrera solista y practica un sobrevuelo tímido, ilusorio, apenas un guiño a sus días con los Beatles. La vida apacible de Paul McCartney, en el interludio pandémico, se vió alterada y esa perturbación, la necesidad de transcribir sentimientos y emociones, derivó en música. Un ejercicio de reflexión personal, de ánimo cambiante, que visita con naturalidad y maestría, bucólicas baladas, rock de corte clásico, tonadas de aire folk.
La libertad, ajena a pronunciaciones y prejuicios, dió espacio a ciertos juegos, a la admisión de un estiramiento de límites estilísticos. La construcción de climas y armonías que se alejan de formas convencionales, encuentran una luz clara, firme, que se conjuga a la perfección en la ondulación anímica, en la articulación de luces y sombras que respira el disco.
La paz, la luz de un hombre que late, vive música, que sabe que nada tiene que probar, que sin proponérselo crea un clásico instantáneo, se percibe desde la primera a la última nota.
“McCartney III” un viaje estimulante, cálido, un viaje que ancla fácil, que resuena insistente en la memoria.
Este link conduce a la reproducción del video oficial de la canción “Find My Way” https://www.youtube.com/watch?v=2oSmP3GtOBk...
Este link conduce al canal oficial del artista, donde se puede reproducir en forma gratuita, el álbum completo https://www.youtube.com/watch?v=fF3Q24CX2C4...
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