Por Efraín Rodríguez
La idea, replicaba insistente, se agitaba una y otra vez, en el alma y la cabeza de Ricardo Soule, uno de los espíritus creativos de Vox Dei. La idea, que podía ser caratulada de sacrílega, peligrosa y oportunista, proponía la escritura de una obra conceptual basada en La Biblia, en manos de una banda de rock.
El ánimo, el entusiasmo de los músicos y el productor Jorge Álvarez, se contradecía con el contexto histórico, que no parecía ser el ideal para este tipo de aventuras. La turbulencia socio política a inicio de la década del setenta, en medio de una feroz dictadura militar y el importante nivel de influencia de la Iglesia Católica Argentina, condicionaban el desarrollo potencial del proyecto.
Jorge Álvarez, sabiendo que la jerarquía eclesiástica podía malinterpretar el contenido, pacto una reunión con el Monseñor Graselli. El elogio de Graselli, pulverizo la tensión y abrió el paso a las interminables sesiones, en la cual la banda comenzaría a dar forma a las composiciones.
El camino a la publicación, una verdadera odisea, incluyo el record de 150 horas de estudio, la grabación de fragmentos para coro y orquesta, la quiebra de Mandioca (el sello de Jorge Álvarez) y la edición incompleta por parte del sello Disc Jockey, que mando a prensar los vinilos sin saber que faltaban registrar voces (en dos de los ocho temas) y pulir una serie de arreglos.
El guion estrictamente elaborado, pensado para darle una encarnadura humana a la figura de Cristo, es presentado de acuerdo a ciertos preceptos extraído de las santas escrituras, no es casual la confección de la obra en siete movimientos. La capacidad para transmitir ideas complejas en un par de versos, el poder de síntesis, queda en evidencia en el inicio mismo del disco: “Cuando todo era nada, era nada el principio, era el principio y de la nada hizo luz”.
El diseño de sonido, estudiado milimétricamente para aportar los climas necesarios que visita cada composición, se recuesta sobre una paleta tímbricamente abierta. El rock, una dosis de blues, un aire folk y la orquestación clásica suman posibilidades a la ecuación.
La primera versión de “La Biblia”, a pesar de la serie de insólitos equívocos que rodearon su publicación, dejo en claro desde su primera audición, que era una obra absolutamente original, que no guardaba relación a nada editado previamente en la Argentina.
Vox Dei consiguió en “La Biblia” su obra maestra.
Este link conduce al canal oficial del artista, donde se puede reproducir de forma gratuita, el álbum completo https://www.youtube.com/watch?v=8Vu2B22plaw
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