Por Carlos Hidalgo
El acto de fe y respeto basado, arraigado en la creencia y cultura popular, inspiró a una artista experimental, Pauline Oliveros, a realizar un fascinante viaje y transcribir a sonidos concretos, emociones y sentimientos que encierra la introspección.
La celebración de “El Día de los Muertos” en México, es el punto de partida en el que Pauline Oliveros y Paula Josa-Jones, coreógrafa, terapista y artista visual; comisionadas por Lincoln Center Out-of-Doors y el Fondo de Cultura de México, realizaron una exquisita perfomance.
Pauline Oliveros, compositora, acordeonista y figura central en el desarrollo de la experimentación de la música electrónica de posguerra, fue además la fundadora y directora de San Francisco Tape Music Center.
“Ghostdance” propone de manera muy enfática y concreta, en forma parcial o circunstancial, la unión de los universos paralelos que separan vida y muerte. La cuidada selección de una biblioteca sonora ilimitada, en la mistura, en la superposición de capas de sonido, alimentadas de fragmentos de música y un arsenal de efectos y voces procesadas, crea el ambiente en el que es posible creer en la conexión, la coexistencia de esos mundos.
La procesión de almas y sus intentos de comunicación, en humores y climas cambiantes, a través del mágico caleidoscopio de Pauline Oliveros, consiguen que “Ghostdance” no decaiga en su interés y sostiene en la audición el espíritu invocatorio y celebratorio de la fiesta popular.
Un viaje fascinante, único, irrepetible.
Este link conduce al canal oficial del artista, donde se puede reproducir de forma gratuita, el álbum completo. https://www.youtube.com/watch?v=ZhHVNLVAjfw...
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